Se trata de una ópera ambientada en la Sicilia del siglo XII, durante el reinado del rey Roger II, aunque no es un "drama histórico", sino de ideas, de contraposición entre la responsabilidad y el deseo, entre la seguridad y el riesgo o entre el orden y la libertad.

El libreto es de Jaroslaw Iwaszkiewicz y del mismo compositor, basado en "Bacchae", de Eurípides.

Szymanowski, un músico que vio representar por primera vez el montaje en junio de 1926 en el teatro Wielki de Varsovia, coloca en el centro de la historia a un rey -Roger- que se ve tentado por un pastor -en realidad el dios Dionisio- que le hará llegar hasta el borde del abismo, en un viaje en el que también le acompañará su mujer Roksana.

David Pountney ha recalcado hoy en rueda de prensa que se trata de una de las mejores óperas del pasado siglo, aunque era prácticamente desconocida en Occidente por "los cincuenta años de Telón de Acero".

A su juicio, se trata, asimismo, de una obra con un "componente psicológico" muy importante, "muy compacta, con una musicalidad rica, voluptuosa, exótica y muy detallada".

Es por este motivo, ha proseguido, por lo que se ha inclinado por presentar una escenografía sencilla, aunque "cuenta con algunos trucos que ahora no es momento de desvelar".

Pountney ha querido incidir con este montaje, en coproducción con el Festival de Bregenz, en el camino que emprende el Rey, apoyado por su mujer, de llegar hasta el límite, aunque, mientras ella muere, "él se queda con el pensamiento racional".

Por su parte, Josep Pons ha sostenido que Karol Szymanowski es un compositor "exquisito, detallista, delicadísimo. Todo su trazo -ha precisado- está realizado con un rotulador de punta fina, aunque haya una gran trampa, y es que si su música no se interpreta con la dinámica adecuada, con sabor sedoso, se descompone".

Entiende el director musical que podría tener cierto parecido con Debussy o con el nacionalista ruso Nikolai Roslavets.

Szymanowski, ha agregado, formaría parte del grupo de los compositores "extáticos, con equis, que ofrecen una música extrema, a nivel del éxtasis".

Scott Hendricks, que este año es la tercera vez que se sumerge en el universo Szymanowski, ha mantenido que la obra consigue el equilibrio entre música y voz y, con relación a su personaje, le ha resultado "muy divertido poder explorar la sensualidad y el erotismo que llevamos en el interior cada uno de nosotros".

Anne Schwanewilms, que debuta como Roksana, actúa como "catalizador" del papel que interpreta Hendricks y advierte de que, mientras su personaje "acaba cruzando la puerta que el pastor abre, el Rey demuestra que es una persona sana y que es capaz de volver hacia atrás".

El estreno de la ópera, que estará en escena los días 2, 5, 7, 8, 10, 11, 13 y 16 de noviembre, se complementa con una exposición en el foyer del Liceo sobre Szymanowski.

© EFE 2009.