A mediados de diciembre de 1769, salen hacia Italia. En Milán, primera etapa importante, cuentan con el apoyo del gobernador de la Lombardía, dominada por Austria, y reciben el encargo de escribir una ópera para los carnavales del año siguiente, por unos honorarios de mil marcos de oro. De paso por Lodi, «una noche en una posada», concluye Mozart su primer cuarteto de cuerda, y en Bolonia tienen un primer encuentro con el padre Martini que tanto iba a influir en la formación del joven músico.
En Roma, antes de pasar a Nápoles, Mozart escucha el Miserere de Allegri en la Capilla Sixtina. La partitura sólo se podía ejecutar allí y estaba prohibido copiarla o reproducirla bajo pena de excomunión; Mozart fue capaz de transcribirla de memoria en una sola audición, hecho realmente prodigioso y que nos ayuda a interpretar sin fantasías el procedimiento que seguía para componer. Se ha dicho que era capaz de escribir música en medio del bullicio, jugando una partida de bolos, pero sería más exacto decir que en tales circunstancias lo que hacía era transcribir lo que ya estaba perfectamente pensado y ordenado en la cabeza. El papa Clemente XIV le concedió la orden de la Espuela de Oro.

De vuelta en Bolonia residen en la quinta del conde Pallavicini-Centurioni donde, según nos cuentan, todo era de plata y donde las sábanas eran más finas que las camisas de los nobles. Allí le llega a Mozart el libreto de Mitridate, re di Ponto, el encargo de Milán, y ve casi a diario al padre Martini, con el que estudia el antiguo stilo osservato. En Bolonia recibe una distinción de rango diferente de la que le concedió el papa; es nombrado compositora de la Academia Filarmónica, a pesar de no tener veinte años, edad mínima exigida por los estatutos.

El 26 de diciembre de 1770 se estrena en Milán el Mitridate dirigido por él mismo. La ópera obtiene éxito y alcanza veinte representaciones. Se ha dicho que si Leopoldo hubiera sabido aconsejar a su hijo, no le habría dejado malgastar su música en un libreto tan malo como La finta semplice, ni acometer la composición del Mitridate, ópera basada en una tragedia de Racine y uno de los mejores libretos que jamás pasara por sus manos. El caso es que si lo que se quiere decir con esto es que el tema de la ópera le podía venir grande a un joven de quince años, siempre resulta, y no sólo en este caso, que, donde precisamente sobresale el genio de Mozart es en aquellos pasajes donde se expresan emociones, las emociones de personajes de gran talla, es decir, allí donde precisamente se quedan cortos, en lo puramente formal, la mayoría de sus contemporáneos adultos.

Después de un periodo de descanso en Salzburgo, padre e hijo salen para Italia por segunda vez. Ahora el viaje tiene un destino único; Milán, y una sola pretensión: conseguir un puesto fijo para Wolfgang en la corte del archiduque Fernando, cosa a la que se opone la madre de éste, la emperatriz María Teresa. A cambio de eso recibe el encargo de componer una comedia pastoral, Ascanio in Alba.
Cuando regresan a casa se produce la muerte del arzobispo reinante y es elegido como sucesor Hieronymus Colloredo, un ilustrado, italianizante en música, que, como luego veremos, no va a ser tan indulgente a la hora de conceder permisos a los músicos a su servicio. Para su entrada en la corte compone Mozart Il sogno di Scipione.
Aún podrá, sin embargo, Leopoldo acompañar a su hijo en el tercer y último viaje a Italia. También esta vez el destino era Milán, donde Mozart estrenó su ópera Lucio Silla, y desde donde intentaron de nuevo conseguir un puesto de músico en la corte del duque de Toscana.
Lucio Silla se representa el segundo día de las fiestas de Navidad de 1772. En esta obra, según Alfred Einstein, Mozart más que someterse a las exigencias dramáticas, escribe una música demasiado rica y hermosa, música instrumental en la que las arias son movimientos sinfónicos, de tal manera que de la ópera se podían haber sacado una docena de sinfonías.

En Italia había conseguido muchas cosas, lo más importante sin duda, toda la música que pudo hacer para la escena, que le coloca a las puertas de la madurez en un género en el que consiguió las más altas cimas de su música. Compuso además numerosas sinfonías según el modelo italiano, que Mozart recibe de un músico alemán; Johann Christian Bach. También consiguió honores y reconocimiento, todo menos ese deseado puesto fijo de músico en una corte que ofreciera algo más que lo que tenía en su ciudad natal, donde era Konzertmeister con un sueldo tan miserable que podía considerarse como un añadido o complemento al de su padre. Tan sólo unos meses más tarde de llegar a Salzburgo, y aprovechando la ausencia del arzobispo, padre e hijo hacen una escapada a Viena; allí harán una nueva petición y quedarán de nuevo defraudados: «La emperatriz estuvo muy amable con nosotros, pero eso fue todo».

Utilice esta guía para recorrer la vida de Mozart de manera cronológica.
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Bibliografía: Mozart de Rafael Pérez Sierra