Comenzó a tocar piano a los nueve años y realizó notables progresos estudiando con maestros locales. A los doce logró una beca y se trasladó al Curtis Institute of Music de Filadelfia, donde siguió su formación con David Saperton en piano y Fritz Reiner en dirección orquestal. Sus otros maestros fueron Leopold Godowski y Moritz Rosenthal. Bolét debutó en Europa en 1935 (Ámsterdam) y en Estados Unidos en 1937 (Filadelfia). Luego perfeccionó su enseñanza con Rudolf Serkin; en 1937 ganó el premio Naumberg y en 1938 el premio Josef Hofmann. Desde 1939 hasta 1942 estuvo como asistente de Serkin en el Curtis Institute. El servicio militar le llevó a Japón y en 1946 dirigió el estreno japonés de El Mikado.

Después de la guerra, Bolet reasumió su carrera como pianista y pasó algún tiempo trabajando con Abram Chasins. Su participación en una película sobre la vida de Liszt, llamada Canción sin Final (1960), le reportó cierta fama en los Estados Unidos. Posteriormente, en los años setenta, hizo su irrupción en el panorama internacional, siendo considerado como uno de los últimos representantes de la gran tradición romántica en la interpretación del piano. El repertorio preferido de Bolét se inició con Schubert, ya que los compositores desde Bach hasta Beethoven no eran de su preferencia. Además de Liszt, agregó a su repertorio  a Chopin, Schumann y Brahms, los postrománticos como Franck, Grieg y Rachmaninov, así como las transcripciones de Liszt, Busoni y Godowski.

Bolét se ha manifestado como uno de los pianistas más técnicos de todos los conocidos. Ello le ha posibilitado ser un excelente “Lisztiano” del cual ha hecho excelentes grabaciones y también a Sergei Rachmaninov, el cual ha sido uno de sus compositores favoritos. Desde pequeño podía tocar todo y memorizar prácticamente a primera vista. La madurez de Bolét fue en realidad tardía, puesto que hasta la década de los setenta fue un pianista del cual se hablaba relativamente poco. Pero a partir de ese momento empezó a crecer para convertirse uno de los ejecutantes más exitosos.

Realizó su primer contrato para grabación recién a los 63 años de edad y simultáneamente dio una serie de conciertos en Nueva York en la década de los setenta con un éxito notable, con críticas excelentes y gran aceptación de parte del público. En efecto, se recuerda su concierto en el Carnegie Hall en el año 1974, el cual ha sido considerado como verdaderamente memorable, y que dio mucho que hablar durante largo tiempo. Harold Schonberg, lo consideró una especie de “Josef Lhévinne”.

Bolét alternó en cierto momento su actividad de virtuoso y docente con la diplomacia. En efecto, fue representante cultural de la Embajada Cubana en Washington desde 1942 a 1945.

Jorge Bolét falleció por un infarto masivo de miocardio en California en el año 1990.

Jorge Hegedus