Georges (György) Cziffra salta al estrellato de inmediato mostrándose como un gran virtuoso y desde los 12 años no solamente se proyecta en su propio país sino también en Holanda y los países Escandinavos. Sin embargo y al igual que varios de sus compatriotas la II Guerra Mundial corta su carrera de concertista dado que es llamado a las filas del Ejército Húngaro. En 1941 cae prisionero y recién recomenzará sus estudios musicales en el año 1947. A esa altura sus manifestaciones musicales están muy en baja dado que para ganarse la vida debe tocar en bares nocturnos. En 1950 el régimen estalinista húngaro lo encarcela y le propina muy malos tratos al igual que al actor Iván Darvas y distintos intelectuales de la sociedad húngara. En 1953 es liberado y reinicia su actividad pianística ganando enseguida el premio Franz Liszt. La revolución húngara antisoviética en 1956 le da la oportunidad de refugiarse en primera instancia en Suiza y luego Francia, en donde hará su residencia definitiva. No bien se instala en la “ciudad luz” Cziffra debuta en la sala “Châtelet” con un éxito y reconocimiento enorme de parte del mundo musical francés. Este pianista “magyar” salta por fin al estrellato que tanto se merecía.

György Cziffra fue tildado en un principio como un especialista de su compatriota Franz Liszt. En efecto, ejecutaba gran cantidad de obras de este compositor tanto en sus conciertos como también en las grabaciones. Pero otro pianista húngaro, György Sándor, emitió en cierta ocasión este juicio sobre él: “.... lo he escuchado tocar Chopin y uno de los conciertos de Mozart, y ha sido algo ‘superior’...”  En otros aspectos, los técnicos, Tamás Vásáry expresó lo siguiente con respecto a él con relación a la ejecución de Liszt: “....es increíble cómo se puede tocar a tan alta velocidad”.  Esto es cierto puesto que al escuchar su registro de “Gran Galope Chromatique” del compositor húngaro, uno se asombra por la enorme rapidez de ejecución, pero también en cómo la misma está al servicio de la interpretación de dicho registro: su técnica o virtuosismo no es un fin, sino una excelente herramienta al servicio de una idea expresiva. Cziffra también tiene registros de Prokofiev, Tchaikovsky, Rachmaninov, Grieg y Schumann.

En 1966 funda el festival “Chaise Dieu” en la ciudad de Auvergne el cual se constituyó en su momento uno de los centro musicales más importantes de Francia. En 1969 instituye el “Prix Cziffra”  en la ciudad de Versalles. En 1977 publicó un libro: “Des canons et des fleurs”.  El hecho de no encontrarse este gran virtuoso al nivel de otros tan conocidos en el mundo pianístico (como por ejemplo a nivel de Vladimir Horowitz), quizás se haya debido a la falta de un “marketing” propagandístico eficaz.

Desgraciadamente este gran pianista húngaro desarrolló un cáncer de pulmón (era muy fumador), lo cual le complicó su corazón provocando con ello un infarto masivo de miocardio. Falleció en Senlis (Francia) en 1994. Contaba 72 años de edad.

Jorge de Hegedüs