Ópera bufa en tres actos. Libreto del compositor, basado en una comedia de Angelo Anelli.

Personajes: Don Pasquale, un viejo solterón (bajo); doctor Malatesta, su amigo (barítono); Ernesto, sobrino de Pasquale (tenor); Norma, una joven viuda (soprano); un notario (bajo).

Lugar y época: Roma, a fines del siglo XVIII.

Argumento: Una extensa obertura adelanta algunas melodías de la obra, por ejemplo el aria de Norina «So anch'io la virtü mágica». Este y otros temas elaborados de manera fluida nos introducen en el mundo de esta ópera bufa.

El viejo solterón Pasquale quiere frustrar los planes de su sobrino Ernesto para casarse con la joven viuda Norina; a decir verdad, no la conoce, pero la idea de que su fortuna pueda pasar a manos de ella no gusta al avaro. Inútilmente exige a su sobrino que elija a una joven rica. Sin embargo, el doctor Malatesta tiene, como siempre, la solución: ¿por qué no se casa también don Pasquale? Después de todo es un hombre que está en la flor de la vida, y de esa manera Ernesto perdería su derecho a la herencia. Pasquale está encantado con la idea y acepta casarse con Sofronia, hermana de Malatesta, que ha sido educada en un convento y es un dechado de virtudes. En realidad, Sofronia no es otra que la misma Norina, que ha convenido en seguir el juego, para acceder de esa manera a su querido Ernesto.

Sofronia aparece en escena. Es la docilidad en persona, tímida y reservada, está dispuesta a hacer cualquier trabajo en la casa y no está acostumbrada a ningún placer. Se redacta el contrato matrimonial: la mitad de la fortuna de Pasquale y su autoridad sobre la casa pasarán en el acto a la esposa. El notario ya está presente: sólo falta un testigo. Se emplaza en calidad de tal a Ernesto, que al principio está profundamente indignado, pero Malatesta lo instruye rápidamente. Apenas celebrado el matrimonio, Sofronia se transforma en lo contrario de lo que Pasquale veía en ella: gasta el dinero de la manera más imprudente, maltrata a su esposo y coquetea con Ernesto. Y cuando aparecen sospechas acerca de su fidelidad, Pasquale quiere deshacerse de ella.

Nada más sencillo: Malatesta tiene otra vez la solución. (¡Qué extraño que en las óperas bufas estos consejeros nunca parezcan perder crédito!) Don Pasquale deja que Norina se case con Ernesto: ella se encargará de hacerle la vida imposible a Sofronia. Cuando Pasquale comprende por fin que le han tomado el pelo, pone al mal tiempo buena cara. ¡Se siente dichoso por haber recuperado la tranquilidad de la soltería!

Libreto: Donizetti, hábil libretista como era, transformó una comedia de la época en argumento operístico. Los personajes que actúan en el escenario de ninguna manera son originales, pues aparecen en cientos de óperas bufas: Don Pasquale, anticuado, avaro, crédulo, cerril, pero en el fondo bondadoso; Malatesta, el hombre que encuentra las soluciones, gracioso, emprendedor; Ernesto, el joven apasionado; Norina, impulsiva, intransigente cuando la contradicen, pero franca y sensible. Así los ha descrito el mismo Donizetti. Y con esas características o con otras parecidas forman parte del bagaje eterno de la commedia dell'arte y de la ópera bufa: el viejo solterón; el amigo, que se encuentra cómodo tanto en el papel de casamentero como en el de «liberador»; la joven, que de inocente venida del campo se convierte en un instante en una arpía de la peor calaña. Las situaciones son: matrimonios precipitados o fingidos, desheredamientos planeados o desbaratados, simulaciones de todo tipo. ¡Época feliz, que podía divertirse de lo lindo con estas bromas de infinitas transformaciones!

Música: Torturado por la enfermedad, Donizetti escribió tal vez su obra más madura desde el punto de vista musical. Es rica en ocurrencias, encantadora en la melodía y en el arte del conjunto cantado, una fiesta para las voces. La ópera ha alcanzado aquí uno de sus extremos: la culminación del goce sensible, del placer al que no está ligada ninguna comprensión intelectual. (El polo opuesto lo constituyen por un lado los dramas de Wagner, pero también, y tal vez más aún, las operas intelectuales de nuestro siglo.)

Historia: También Don Pasquale, como casi todas las obras de Donizetti, fue escrita en un plazo increíblemente breve. ¡Tres óperas en un año, incluso en el que fue el penúltimo de su vida creativa! La ópera se estrenó en el Theatre des Italiens de París, el 3 de enero de 1843; un elenco de estrellas de primera fila (Grisi, Lablache, Tamburini) logró que la obra tuviera un éxito fabuloso. La representación en casi todo el mundo se produjo rápidamente, Donizetti pudo disfrutar durante unos años de la gloria de ser el compositor más famoso de Italia (y en consecuencia del mundo entero): Bellini había muerto; el nuevo rival, Verdi, aún no era conocido fuera de Italia; Rossini se había alejado hacía mucho tiempo de la vida teatral. Sin embargo, poco tiempo después, Donizetti sería víctima de la locura.